El 19 de octubre se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Cáncer de Mama, el tipo de cáncer más frecuente en mujeres y que afectó el 2020 a 2,3 millones de mujeres en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. En España, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) cifra en 35.000 los casos de cáncer de mama que se diagnosticarán este año en España, y en Cataluña, según cifras del Departament de Salut, la incidencia en 2022 fue de 4.722 casos.
Gracias a los programas de detección precoz y los adelantos médicos, la tasa de supervivencia del cáncer de mama es del 86,5% en Cataluña. Estas cifras nos abocan a una nueva realidad que, como sociedad, debemos conocer para facilitar el retorno a la cotidianidad de las mujeres que han superado o cronificado la enfermedad. La FECEC, Junts contra el Càncer, como entidad social que tiene como objetivo la mejora de la calidad de vida de las personas que viven o han superado un cáncer y de sus familias, pone el énfasis en aquellos aspectos que todavía están pendientes de mejorar. Algunos de estos son:
- La falta de información sobre el después del cáncer
- La toxicida financiera
- La maternidad después del cáncer
- El retorno al trabajo
Durante el tratamiento, muchas pacientes no son conscientes de la nueva situación a la que les abocará la etapa que vendrá una vez reciban el alta médica. Al impacto emocional que supone la enfermedad, se tienen que añadir las secuelas físicas que dejan los tratamientos, el miedo a la recaída, la toxicidad financiera que pueden suponer los diferentes tratamientos médicos a los cuales tengan que ser sometidas y las posibilidades de ser madre después del cáncer. A todo esto, se le añade el retorno a la actividad laboral, un hecho que a menudo aumenta la incertidumbre y angustia a muchas de las mujeres que han superado la enfermedad.
Es por eso que las entidades sociales como la Federació Catalana d’Entitats contra el Càncer (FECEC) hace muchos años que dan atención psicosocial a este colectivo y trabajando para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer y sus familias, haciendo especial incidencia con administraciones y empresas para que velen por sus derechos sociolaborales.
El retorno al trabajo, tarea pendiente de administraciones y empresas hacia las mujeres con cáncer
De las cerca de 18.000 mujeres que han sido diagnosticadas de cáncer de mama en Cataluña durante los últimos cinco años, un gran número de ellas se encuentran en periodo laboral activo. Muchas de ellas sufren dificultades en su retorno al trabajo, como pueden ser la adaptación al ritmo de trabajo, situaciones de abuso en la rescisión de contratos a partir de la enfermedad o una carencia de reorientación en el caso de las trabajadoras autónomas o de aquellas que por las secuelas de la enfermedad no pueden continuar haciendo el trabajo a la cual se dedicaban antes del diagnóstico.
La FECEC, Junts contra el Càncer reclama a empresas y administraciones más implicación por un retorno progresivo al trabajo de estas pacientes una vez acabado el tratamiento, así como un acompañamiento adecuado a su nueva situación. Por eso, es necesario que a la legislatura próxima se retome la tramitación de la Ley de protección sociolaboral de las personas que han superado un cáncer, normativa que se quedó pendiente de aprobación en el Congreso de los Diputados por el adelanto electoral.
En cuanto a las empresas, como ya mostró el 1.º Barómetro sobre cáncer y trabajo en Cataluña publicado por la FECEC, Junts contra el Càncer el junio de 2022, casi un 50% de las personas trabajadoras encuestadas en Cataluña consideraba que las organizaciones dan poco o ningún apoyo a las personas con cáncer. De hecho, la percepción de las personas diagnosticadas de cáncer era que el apoyo en el ámbito laboral recae principalmente en los compañeros y compañeras. En este sentido, seis de cada diez personas trabajadoras reclamaba a las empresas un plan de apoyo para las personas afectadas por esta enfermedad y el 65% pedía más implicación de la empresa en formación sobre el cáncer y la gestión de su impacto.
En cuanto a esta reincorporación laboral después del cáncer, los datos que se desprendieron del barómetro afirman que el 88% de los encuestados se ha encontrado su puesto de trabajo como antes de la enfermedad. Justo es decir, pero, que en la inmensa mayoría de casos tuvieron que hacer cambios como por ejemplo reorganizar el horario, hacer menos horas, combinar tipos de trabajo presencial-telemático. Aun así, una de cada manantial personas tuvo que cambiar de tipo de trabajo, dentro o fuera de la misma empresa.
Por todo esto, la FECEC, Junts contra el Càncer considera imprescindible que las organizaciones tengan las herramientas necesarias para reducir el impacto del cáncer al trabajo y que en el caso de las personas que vuelven al trabajo después del cáncer, su reincorporación esté adaptada a sus nuevas necesidades físicas y psíquicas. Las empresas tienen un rol muy importante en la hora de acompañar a los trabajadores afectados y también para minimizar el impacto en el resto de compañeros de la organización. Por estos motivos, la FECEC, Juntos contra el Cáncer ofrece lo programa ‘Cáncer en el trabajo’, con el objetivo de dotar de recursos y formación para que cada empresa pueda elaborar su programa de gestión integral del impacto del cáncer, acompañante al trabajador afectado y minimizando la afectación en el resto de organización, en la hora que aportante valor e integrando el proceso como un activo más en su cultura empresarial.
Los retos ya logrados durante 2023
Durante este 2023, las personas con cáncer han visto reconocidos algunos derechos que desde las entidades se habían reclamado desde hace años y que afecten también las mujeres que han superado un cáncer de mama.
- El derecho al olvido oncológico: aprobado a finales de junio mediante un Real decreto ley, el derecho al olvido oncológico supone que las personas que hace 5 años desde la remisión total de la enfermedad sin recaída ven equiparados sus derechos a los del resto de la población en cuanto a la contratación de seguros médicos o aquellos ligados a productos financieros (hipotecas, créditos…). La aprobación de esta normativa supuso un gran adelanto para las personas que han superado la enfermedad, pero aun así, todavía hay dudas en su implementación por la interpretación del texto.
- Renovación del carnet de conducir: este año también se ha conseguido equiparar los periodos de renovación del carnet de conducir de las personas que finalizaron su tratamiento oncológico hace 5 o más años con los del resto de la población. Hasta mayo de 2023, las personas que habían sufrido cáncer tenían que renovar el permiso cada 3 años y no en función de la edad como el resto de conductores.