El 6 de noviembre es el «Día Internacional de las Personas Cuidadoras», dando valor al trabajo y esfuerzo diario realizado por los cuidadores familiares y profesionales.
El objetivo de este Día es dar valor al trabajo que hacen estas personas que a menudo está invisibilizada. El cuidador es un valor añadido, para la persona cuidada, dándole seguridad, apoyo, acompañamiento, le hace sentirse querido, siendo en muchas ocasiones su referente, y en el que deposita su confianza.
Entre las funciones clave que desempeña el cuidador, se encuentran la de ser el informador de la situación y evolución del estado de salud de la persona dependiente, y la de participar de forma activa en la toma de decisiones de la vida de la persona dependiente pero respetando las decisiones y preferencias de la persona cuidada siempre que la situación de esta lo permita.
Cuidadores de cáncer
Centrando nuestra atención en los cuidadores de las personas afectadas por cáncer, podemos decir que en un 80% de los casos son sus familiares quienes ejercen esta función.
Los cuidadores de cáncer son aquellas personas que de forma continuada cuidan de un familiar, amigo o vecino que tiene una enfermedad oncológica. Es una tarea de responsabilidad que puede ocasionar agotamiento físico y emocional más o menos continuado.
La mayoría de cuidadores de cáncer, en el ámbito oncológico, dejan de lado sus propios sentimientos y necesidades y se concentran a cuidar de la persona que tiene la enfermedad. A largo plazo, esto no es recomendable.
Hay que cuidarse para poder cuidar: visitar al médico cuando sea necesario, hacer actividad física diaria, alimentarse bien, dormir suficiente, quedar con algún amigo, mantenerse al día de lo que pasa en el mundo … Estas actividades les permitirán tener más energía para el cuidado de la persona con cáncer. También es bueno que los cuidadores de cáncer pidan ayuda a otros para que se involucren en la tarea.