El 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma, un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático del cuerpo y que provoca un aumento descontrolado de los linfocitos que se encargan de proteger el organismo. Se estima que medio millón de personas en el mundo están afectadas por algún tipo de linfoma, 11.000 de estos casos en el España.
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El tejido linfoide se encuentra, fundamentalmente, en los ganglios linfáticos. Por eso, los linfomas se caracterizan, generalmente, por la presencia de unos ganglios anómalamente aumentados en cuello, axilas o ingles. La presencia de células linfoides en otros órganos hace que un linfoma pueda afectar también el aparato digestivo, el bazo, el hígado, los pulmones, la médula ósea, etc.
SÍNTOMAS MÁS FRECUENTES
- Aumento de los gànglis linfáticos en zonas accesibles como cuello, axiles e ingles, que se pueden palpar evidenciando su medida (adenopatía).
- Fiebre
- Sudoración nocturna
- Cansancio
- Pérdida de peso
- Picor en la piel
TIPOS DE LINFOMAS
LINFOMA NO HODGKIN (LNH)
El tipo de linfoma más habitual, supone el 90% del total de casos. Según su velocidad de crecimiento y agresividad, se clasifican en agresivos o indolentes.
El LNH es más común entre personas y puede aparecer en cualquier edad, siente poco frecuente en niños (5% de los casos). Afecta algo más a hombres que a mujeres y la causa de su aparición es desconocida.
LINFOMA HODGKIN (LH)
El tipo de linfoma menos frecuente, afecta principalmente dos franjas de edad: jóvenes entre 15 y 35 años y adultos a partir de los 55. Las mujeres son las más afectadas en el primer grupo de edad y los hombres, en el segundo. De igual forma que con el linfoma no Hodgkin, los niños solo representan el 5% de los casos.
El LH aparece cuando un linfocito B sufre una alteración genética que le impide realizar su función principal, la de producir anticuerpos. Este tipo de cáncer se divide en linfoma de Hodgkin clásico, el más frecuente (80% de los casos) y el de predominio linfocítico nodular (20% de la totalidad).
FACTORES DE RIESGO Y PREVENCIÓN
Los linfomas no tienen factores de riesgo claramente conocidos ni una manera de prevenirlos, excepto llevar un estilo de vida saludable.
Ser inmunodeprimido y la edad avanzada del paciente puede favorecer la aparición de un linfoma no-Hodgkin. Así mismo, también se ha asociado la presencia del virus de Epstein-Barr con algunos casos de LH y LNH. También los factores genéticos y haber sufrido mononucleosis infecciosa puede aumentar el riesgo de desarrollar un LH.
PRONÓSTICO Y RECUPERACIÓN
Los LNH agresivos son los que se desarrollan más rápidamente, pero a la vez son los más sensibles a los tratamientos y se pueden curar en, aproximadamente, tres cuartas partes de los casos. Los LNH indolentes progresan más lentamente, pero son menos curables de forma definitiva, a pesar de que con los tratamientos actuales, los pacientes pueden vivir muchos años y muchos de ellos sin síntomas.
En cuanto al LH, el 95% de los pacientes en fases iniciales de la enfermedad lo consiguen superar.
A pesar del crecimiento del número de casos de estos dos tipos de linfomas en los últimos años, los adelantos médicos han hecho aumentar la tasa de superación de la enfermedad y la mejora de la calidad de vida de los pacientes.